martes, 24 de abril de 2012

Vuelta a los campos de batalla

Nunca he bebido ni fumado. No aprecio los botellones, ni los porros, ni el necesitar ir borracho para disfrutar una fiesta, o trasquilarme una cajetilla entera para ser el más guay del grupo. Y sin embargo mis vicios son caros, pero caros de verdad, y mucha gente me mira asombrada cuando se entera de que "ese cartoncito" vale sus buenos cinco euros (Para luego asombrarse más aún cuando les digo los precios que puede alcanzar un Jace, Escultor Mental, por no irme a cartas de Legacy) o cuando ven el precio de una unidad de Maestros de la Espada. Y sí, estas son mis dos aficiones principales más allá del leer, estar con los amigos y los videojuegos: Magic y Warhammer.






Hoy quiero hablar del juego de miniaturas en el que he estado metido desde el año 2.003, cuando mi "maldito" primo me habló acerca de las armaduras de los caballeros imperiales y de los bosques de Loren y demás, pocos días antes de mi comunión. Evidentemente, y como consecuencia lógica, a los cuatro meses y con el dinerito que me dieron y unas súplicas a mis padres, salí de Hobby Center con unos yelmos plateados, que por aquel entonces costaban 23 euros, que luego "monté" y "pinté" con cola de impacto y témperas, ayudado por mi hermana y mi querido progenitor. La cosa salió muy mal y poco a poco me fui "profesionalizando", comprando el reglamento, las pinturas de la Workshop y diversas unidades. Pero, por supuesto, tuve problemas, y el principal fue que quería todos los ejércitos, así que gastamos bastante en miniaturas que luego nunca monté, y que ahora miro avergonzado e intentaré, durante este verano, montar y preparar para venderlas y compensar aquella inversión.

Pero dejando de lado los múltiples avatares, en forma de compras que no debí hacer, torneos en los que fui masacrado vilmente por jugadores con mucha más experiencia y partidas con mis amigos en las que solía ganar, jugando en una mesa sin escenografía ninguna, quiero hablar de mi situación actual. Año 2.012, año en el que los Altos Elfos de Tirso Virgós volverán a pelear en los campos de batalla de todo el Viejo Mundo y más allá.


Los Altos Elfos, el primer ejército que tuve y del que nunca me he logrado desenganchar. Reinos Ogros y Elfos Silvanos también se apilan en mis estanterías, esperando el momento en el que vuelvan a luchar, pero de los que más miniaturas dispongo, incluyendo dos dragones, son los siervos de Ulthuan, los guardianes de la luz y los maestros de la magia. Un ejército de élite, compuesto por milicia ciudadana que apabulla con sus lanzas y sus flechas a enemigos muy inferiores en combate, y por leyendas de la guerra como los Maestros de la Espada de Hoeth o los tercos Leones Blancos. Desgraciadamente esto no se aprecia muy bien en un ejército apenas pintado (a menos que consideremos el "gris plástico" y el "metalizado plomo" como colores), y que lleva unos ocho meses sin verme. Pero esto va a cambiar, y a continuación iré exponiendo los puntos del retorno del Príncipe Thaliontil a la batalla:

1)- Lectura intensa de numerosos foros acerca del ejército para saber cómo juegan los mejores, lo que suelen llevar los enemigos y las tácticas más empleadas. El conocimiento es poder.

http://lkhero.blogspot.com.es/

http://www.ulthuan.net/forum/index.php

http://www.marcusbeli.es/

2)- Lectura en profundidad de mi libro de ejército y del de las otras razas por la misma razón que en el punto 1.

3)- Una vez llegado a Tenerife comenzar el remontado y pintado del ejército para que luzca bien en el campo de batalla. No pretendo llegar a estándares como el de la foto, pero sí que al menos luzca y brille como deben hacerlo los ejércitos altos elfos.


4)- Comprar el príncipe y el noble altos elfos (22 euros), un regimiento de Guardia del Fénix y otro de Leones Blancos (65 entre ambos). Para rebajar el coste, a ser posible, pillarlos de segunda mano. (Que pasar de desembolsar 87 pavos a 50 se nota...y mucho)

5)- Preparar la lista y comprar un maletín el último día de Agosto para traer el ejército a Madrid.

6)-En Tenerife, Getafe, Leganés, Madrid o donde sea...¡jugar mucho!

Y hete aquí mi maravilloso plan, en el que no he incluido el desarrollo del trasfondo muy en plan "Casa Stark" pero con dragones que representen el emblema de Caledor, hogar del Príncipe Thaliontil. Junio, Julio y Agosto por delante para un proyecto que me ilusiona...pronto los Asur marcharán de nuevo, pero esta vez hacia costas no exploradas...¡múltiples victorias!

Que Aenarion me guíe, y a vosotros os acompañe, en esta Cruzada. ¡Por Asuryan y por Ulthuan!

1 comentario:

  1. Mientras tanto bretonia se ha convertido en el peor ejercito del juego. T.T

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