martes, 28 de febrero de 2012

En Tierra Hostil 2.0

"#UnaiVeteYa" o "#Quélepasaalvalencia" fueron dos Hastags ( o como narices se escriba, que tiene nombre de demonio del Oblivion) muy extendidos entre la afición che (o parte de ella) en Twitter poco después de que palmáramos 1-2 en Mestalla frente al Sevilla.

Y yo lo reconozco, también me cansé de mi equipo. Por primera vez en mucho tiempo dejé de ver el partido tras el gol de la victoria del equipo andaluz. He soportado la derrota con el Schalke, con el Chelsea, con el Barcelona...pero anteayer me harté definitivamente y apagué la tele para dedicarme a algo más provechoso, incluso aunque fuera jugar al Skyrim. Simplemente estábamos apáticos por completo, y pese a que el juego en la primera parte no lo vi mal (recompensado con el gol de Tino Costa) la defensa de los contraataques fue simplemente penosa. Rami está MUY lento, y yo creo que es por la terrible acumulación de partidos.

Decepcionado pues. Pero no alarmado, a diferencia de lo que parece que ocurre en buena parte de la afición valencianista, que pide la cabeza de Unai (el pan nuestro de cada día de cuatro años a esta parte), silba en el estadio y saca pañuelos porque a su juicio no van bien las cosas. Están en todo su derecho: piden mejor juego y mejores jugadores y más sacrificios, y en su torrente de críticas alcanzan incluso a Braulio Vázquez, Director Deportivo del club que hasta ahora ha hecho una labor muy buena. Y yo quiero preguntarme: si vamos terceros, a 5 del cuarto (habiendo perdido los dos últimos partidos y con un año 2012 lamentable, hasta ahora, en Liga), pese a la eliminación en Champions tenemos posibilidades reales en Europa League y hemos llegado a semifinales de Copa, eliminados por el todopoderoso Barcelona, ¿verdaderamente hay que estar tan exaltado contra todo? Ya dedicaré más posts a la situación de mi equipo.

Del resto del fin de semana solo comentar muy brevemente un All-Star del cual vi los concursos del sábado y la mitad del Partido de las Estrellas el Domingo. Terriblemente MALO el concurso de mates, un concurso de triples que me dio la alegría deportiva del finde (Adoro a Kevin Love) y un partido entretenidillo el de Oeste-Este, lástima de la hora y mis clases de ayer. Y finiquitando esta entrada, la película que da nombre a la misma. Buena, con acción y carga psicológica. Dura y que te hace reflexionar. Se me pasó bastante rápido, pero en ocasiones se hace un poco densa, tal vez por estar rodada en formato documental. En cualquier caso es recomendable verla, ni que sea por pensar en lo duro de la invasión de Irak y cómo debe ser estar allí, de servicio, durante un año.

Winter is Coming

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